El bruxismo también conocido como el rechinar de dientes, es un trastorno que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Esto es causado por diversos factores, puede ser el estrés, la ansiedad, la apnea del sueño u otros trastornos del sueño que sean causados por medicamentos o sustancias. Por esta razón, se debe buscar un tratamiento bruxismo para poder tratar la afección.
La predisposición genética y el consumo excesivo de cafeína, también lo origina y esto está relacionado al dolor orofacial. En algunos casos, el bruxismo puede deberse a una mala alineación de los dientes o de la articulación mandibular (ATM).
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Síntomas físicos y posibles causas del bruxismo
Los síntomas del bruxismo varían de una persona a otra, pero normalmente consisten en rechinar o apretar los dientes durante el día o mientras se duerme.
Otros síntomas pueden ser:
- Dolores de cabeza y faciales
- Dolor de oídos, sensibilidad dental
- Dolor en el cuello, hombros y espalda
- Fatiga muscular
- Esmalte desgastado en la superficie de los dientes
- Zumbido en los oídos
- Encías retraídas
- Sensibilidad mandibular
- Dientes dañados por el desgaste causado por el rechinamiento.
Con el tiempo, el bruxismo no tratado puede provocar otros problemas de salud bucodental, como dientes flojos o trastorno de la articulación temporomandibular (TTM), que puede causar molestias en el cuello y en los hombros.
Si cualquier combinación de estos síntomas está presente durante más de dos semanas, puede ser una indicación de que se necesita una evaluación adicional por parte de un profesional médico u odontológico.
Síntomas psicológicos
Además de los síntomas físicos asociados al bruxismo, también puede haber indicadores psicológicos.
Las personas con bruxismo pueden experimentar un aumento de los niveles de estrés que puede manifestarse a través de la ansiedad o síntomas similares a la depresión. Estos pueden ser: dificultad para dormir, falta de concentración, pérdida de memoria, irritabilidad, ataques de ira, fatiga, letargo durante todo el día, entre otros.
Estos indicadores emocionales a menudo se pasan por alto, pero pueden ser tan importantes en la detección del bruxismo temprano antes de complicaciones graves en el camino.
En algunos casos el paciente no puede identificar ningún síntoma físico o psicológico en específico que esté asociado al bruxismo. Sin embargo, sospecha de que algo no va bien en su boca, la realización de un autoexamen puede ayudar a determinar si padece o no de esta afección.
Las herramientas tradicionales utilizadas para detectar y monitorizar el bruxismo son la polisomnografía (PSG) y las grabaciones en vídeo del paciente durante el sueño. La PSG es una prueba de monitorización nocturna que registra información sobre las ondas cerebrales, los patrones respiratorios, la frecuencia cardiaca, la presión arterial y otras funciones corporales de una persona.
Durante esta prueba, un técnico está controlando los movimientos mandibulares del paciente para determinar si existe bruxismo. Las grabaciones en vídeo de los pacientes mientras duermen también pueden ser útiles para detectarlo, en estos vídeos, el técnico busca signos de apretar o rechinar los dientes.
No obstante, puede resultar difícil interpretar los datos debido a la baja calidad de las imágenes o a las malas condiciones de iluminación.
